Ricardo Piglia quiso mucho al CeDInCI. Pasó tardes enteras repasando antiguas revistas, charlando con nosotros de política y de literatura. Trajo a nuestro centro a muchos de sus amigos, como Arcadio Díaz Quiñones o Germán García,  e invitó a sus alumnos de Princeton a hacer estancias de estudio con nosotros.

Por eso estamos tan contentos con que Beba Eguía eligiera al CeDInCI para conservar la Lettera 22 con la que Ricardo escribió, durante tres décadas, la mayor parte de sus libros, desde La invasión hasta Prisión perpetua, pasando por Respiración Artificial. El regalo de Beba vino acompañado de algunos libros que Ricardo quería especialmente, como la primera edición de El pozo (1939) de Juan Carlos Onetti.