En el día de hoy, en la ciudad francesa de Marsella, murió Guillermo Almeyra, un militante trotskista de origen argentino, que fundó a lo largo de su extensa vida importantes revistas y periódicos políticos. A fuerza de exilios y misiones políticas, llegó a militar y a fundar partidos políticos en más de seis naciones: Argentina, Brasil, Italia, Yemen, Francia y México. Este largo recorrido fue reconstruido en su último libro, titulado Militante crítico: una vida de lucha sin concesiones. Ciudadano del mundo, tuvo un gran interés y afecto por México, donde vivió parte de su vida, trabajando como catedrático en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Guillermo Almeyra fue un gran amigo y colaborador del CeDInCI: su biblioteca de varios miles de volúmenes fue donada enteramente a nuestro centro y, al día de hoy, se encuentra ordenada y catalogada para la consulta pública. 

Ayer, a pocas horas de morir, Guillermo escribió su último artículo, publicado en la legendaria revista mexicana La Jornada, donde era columnista habitual. Quisiéramos recordar su vida, su obra y su entrega militante reproduciendo aquí sus últimas palabras:

Pese a tanto y al terrible peligro que vivimos a escala mundial de destrucción ecológica de las bases de la civilización y de guerra nuclear que haría volver al mundo a la edad de piedra, estoy convencido de que la humanidad tendrá un futuro mejor y de la posibilidad de asegurar a todos trabajo, educación, sanidad, un ambiente sano, alimentos y agua de calidad, derechos democráticos, seguridad y respeto para las mujeres y el cese de toda discriminación. Si no pudiese vencer esta batalla difícil que estoy librando, que estas banderas pasen a quienes me siguen en la carrera. ¡Vivan los trabajadores mexicanos! ¡Viva el internacionalismo proletario! ¡Unámonos todos y construyamos una alternativa al capitalismo!

Queremos hacer llegar a Marsella nuestro abrazo fraternal para su familia, Anaté y Carlos Almeyra. 

Hasta siempre Guillermo, tu recuerdo y tu memoria quedará aquí resguardada para la posteridad.